Nuevo Herald -
10 propiedades del ajo probadas científicamente
Ya en la Antigua Grecia, Hipócrates, físico y padre de la medicina, solía
recetar ajo para tratar diversas enfermedades. Hoy en día, la ciencia moderna
ha corroborado muchos de los beneficios de este “superalimento”.
A continuación, te presentamos una lista con 10 beneficios del ajo
confirmados científicamente y que probablemente no conocías.
1. El ajo contiene un compuesto llamado alicina, el cual tiene potentes
propiedades medicinales
El ajo es una planta perteneciente a la familia Allium (cebolla) y está
estrechamente relacionada con las cebollas, los chalotes y los puerros.
Crece en muchas partes del mundo y es un ingrediente popular en la cocina
debido a su fuerte olor y delicioso sabor.
Sin embargo, a lo largo de la historia, el ajo se ha usado principalmente
por sus propiedades medicinales y beneficiosas para la salud.
Su uso fue bien documentado por todas la grandes civilizaciones, entre las
que se incluyen los egipcios, los babilonios, los griegos, los romanos y los
chinos.
La “cabeza” entera recibe el nombre de bulbo de ajo, mientras que a cada
segmento se le llama diente. Aproximadamente, hay 10-20 dientes en un solo
bulbo de ajo.
La mayoría de los efectos que aporta a la salud se deben a uno de los
compuestos de azufre que se forma cuando se pica, machaca o se mastica un
diente de ajo. Este compuesto es conocido como alicina y es el responsable del
distintivo olor del ajo.
La alicina entra en el cuerpo a través del aparato digestivo y viaja por
todo el cuerpo, donde emplea sus potentes efectos biológicos.
Resumiendo: El ajo es una planta de la familia
de las cebollas, cultivado por sus propiedades culinarias y efectos saludables.
Es rico en un compuesto de azufre llamado alicina, del que se cree es el
responsable de todos los beneficios que aporta a nuestra salud.
2. El ajo posee un alto valor nutritivo, pero contiene muy pocas calorías
Una porción de ajo de una onza (28 gramos) contiene:
Manganeso: 23 % de la CDR.
Vitamina B6: 17% de la CDR.
Vitamina C: 15% de la CDR.
Selenio: 6% de la CDR.
Fibra: 1 gramo.
Cantidades razonables de calcio, cobre, potasio, fósforo, hierro y vitamina
B1.
Pequeñas cantidades de otros nutrientes: 42 calorías, 1,8 gramos de
proteína y 9 gramos de hidratos de carbono.
Resumiendo: El ajo contiene pocas calorías, pero
es muy rico en vitamina C, vitamina B6 y manganeso. Además, también contiene
pequeñas cantidades de otros nutrientes.
Consumir ajo puede ser un hábito saludable por sus propiedades medicinales
y alto valor nutritivo.
3. El ajo contiene antioxidantes que pueden ayudar a prevenir el Alzheimer
y la demencia
La oxidación causada por los radicales libres contribuye al proceso de
envejecimiento. El ajo contiene antioxidantes que sostienen los mecanismos de
protección del cuerpo contra la oxidación.
Se ha demostrado que las dosis elevadas de suplementos de ajo aumentan las
enzimas antioxidantes del ser humano, además de reducir considerablemente
el estrés oxidativo en personas con hipertensión.
Los efectos combinados de reducción de colesterol y presión sanguínea, así
como las propiedades antioxidantes, pueden ayudar a prevenir enfermedades
cerebrales comunes como el Alzheimer y la demencia.
Resumiendo: El ajo contiene antioxidantes que protegen
contra el daño celular y el envejecimiento. Puede disminuir el riesgo de sufrir
Alzheimer y demencia.
4. El ajo mejora los niveles de colesterol, lo que puede disminuir el
riesgo de enfermedades cardíacas
El ajo puede disminuir el colesterol total y LDL. Para aquellas personas
con colesterol alto, los suplementos de ajo pueden reducir el colesterol total
y/o LDL aproximadamente en un 10-15 %.
Tras analizar el colesterol LDL (el “malo”) y el HDL (el “bueno”), parece
que el ajo puede reducir el LDL pero no se observan efectos eficaces en el HDL.
El ajo no disminuye los niveles de triglicéridos, otro factor de riesgo
conocido para las enfermedades cardíacas.
Resumiendo: Los suplementos de ajo parecen reducir el
colesterol total y LDL, sobre todo en aquellas personas con colesterol alto.
Por el contrario, no se observan cambios en los niveles de colesterol HDL y
triglicéridos.
5. Los compuestos activos del ajo pueden reducir la presión sanguínea
Las enfermedades cardiovasculares, como los infartos o los derrames
cerebrales, son las que más muertes causan en el mundo.
La presión sanguínea elevada, o hipertensión, es una de las causas más
importantes de estas enfermedades.
Diversos estudios en seres humanos han demostrado que los suplementos de
ajo tienen un impacto significativo cuando se trata de reducir la presión
sanguínea en personas con hipertensión.
En un estudio en concreto, el extracto de ajo envejecido en dosis de
600-1500 mg fue tan eficaz como el medicamento Atenolol a la hora de reducir la
presión sanguínea durante un periodo de 24 semanas.
Sin embargo, las dosis de suplementos deben ser bastante elevadas para
obtener los efectos deseados: la cantidad de alicina necesaria equivale a cerca
de 4 dientes de ajo al día.
Resumiendo: Parece que las dosis elevadas de ajo
mejoran la presión sanguínea de aquellas personas que padecen hipertensión. En
algunas ocasiones, los suplementos pueden resultar tan efectivos como los
medicamentos convencionales.
6. El ajo puede combatir enfermedades, incluido el resfriado común
Un amplio estudio de 12 semanas reveló que los suplementos de ajo, en
comparación con el placebo, reducían el número de resfriados en un 63 %.
La duración media de los síntomas del resfriado también disminuyó en un 70
%, desde 5 días de duración con el placebo a solo 1 día y medio con el ajo.
De acuerdo con otro estudio, una dosis elevada de extracto de ajo (2,56
gramos al día) puede reducir en un 61 % el número de días de enfermedad por
resfriado o gripe.
Si eres una persona propensa a los resfriados, añadir ajo a tu dieta puede
ser increíblemente útil.
Resumiendo: Los suplementos de ajo ayudan a
prevenir y reducir la gravedad de enfermedades comunes como la gripe o el
resfriado común.
7. Comer ajo puede ayudar a desintoxicar el cuerpo de metales pesados
En dosis elevadas, se ha demostrado que los compuestos de azufre contenidos
en el ajo protegen contra el daño en los órganos derivados de la toxicidad de
los metales pesados.
Un estudio de 4 semanas realizado a empleados de una fábrica de baterías de
coche (exposición excesiva a plomo) reveló que el ajo disminuía los niveles de
plomo en la sangre en un 19 %. También redujo muchos signos clínicos de
toxicidad, incluidos dolores de cabeza y presión sanguínea.
3 dosis de ajo al día superaron los efectos del medicamento D-penicilamina
en la reducción de síntomas.
Resumiendo: Un estudio ha demostrado que el ajo
reduce significativamente la toxicidad de plomo y los síntomas asociados a
esta.
8. El ajo puede mejorar la salud ósea
No existen experimentos en seres humanos que hayan analizado los efectos
del ajo sobre la pérdida de hueso.
Sin embargo, estudios realizados en roedores han demostrado que puede
minimizar la pérdida ósea al aumentar el estrógeno en hembras.
Un estudio en mujeres menopáusicas reveló que una dosis diaria de extracto
de ajo seco (equivalente a 2 gramos de ajo crudo) reducía significativamente un
indicador de deficiencia de estrógeno.
Por consiguiente, el ajo puede tener efectos beneficiosos en la salud ósea
de las mujeres.
Se ha demostrado que alimentos como el ajo y las cebollas poseen efectos
beneficiosos en la osteoartritis.
Resumiendo: Parece que el ajo posee efectos
beneficiosos en la salud ósea al incrementar los niveles de estrógeno en
hembras. No obstante, es necesario realizar más estudios en seres humanos.
9. Los suplementos de ajo pueden mejorar el rendimiento atlético
Tradicionalmente, se usaba en las civilizaciones antiguas para reducir la
fatiga y mejorar la capacidad laboral de los trabajadores. Muy en particular,
se administraba a los atletas olímpicos en la Antigua Grecia.
Estudios en roedores han demostrado que el ajo contribuye al rendimiento
deportivo, pero se han realizado muy pocos estudios en humanos.
Los sujetos con enfermedades cardíacas que ingirieron aceite de ajo durante
6 semanas presentaron una reducción del 12 % en el máximo de la frecuencia
cardíaca y una mejora de su capacidad deportiva.
Sin embargo, en un estudio realizado a nueve ciclistas profesionales no se
observaron mejoras en el rendimiento y otros estudios indican que el ajo
puede disminuir la fatiga provocada por el ejercicio.
Resumiendo: El ajo puede mejorar el rendimiento físico
en animales de laboratorio y personas con enfermedades cardíacas. Por el
contrario, no se han manifestado beneficios concluyentes en personas sanas.
10. El ajo puede prolongar tu vida
Los efectos en la longevidad son básicamente imposibles de probar en los
seres humanos.
Pero, dados los efectos beneficiosos del ajo en los factores importantes de
riesgo como la presión sanguínea, tiene sentido decir que el ajo puede
prolongar tu vida.
El hecho de que pueda combatir enfermedades infecciosas también es un
factor a tener en cuenta, ya que estas son causas de muerte comunes, sobre todo
en personas mayores o con problemas en el sistema inmunitario.
Resumiendo: Se ha demostrado que el ajo tiene
efectos beneficiosos en las causas comunes de enfermedades crónicas, por lo que
tiene sentido afirmar que puede prolongar la vida.
El ajo es un alimento fácil de incluir en tu dieta y tiene un sabor
increíblemente delicioso
El ajo complementa la mayoría de platos sabrosos, en especial las sopas y
salsas, y su fuerte sabor también puede añadir gusto a comidas más sosas.
Incorporar el ajo a nuestra dieta actual resulta facilísimo. Este producto
puede adquirirse de diversas formas: dientes o concentrado de ajo, ajo en polvo
o suplementos como el extracto o el aceite de ajo.
La dosis mínima eficaz para lograr efectos terapéuticos es la ingesta de un
diente de ajo con las comidas, 2 o 3 veces al día.
El compuesto activo del ajo, la alicina, solo se forma cuando machacamos o
partimos ajo crudo. Si lo cocinas antes de machacarlo, sus beneficios no serán
los mismos.
Además, la mejor manera de consumir ajo es crudo, o machacarlo y cortarlo y
dejarlo durante un rato antes de añadirlo a la comida.
No obstante, ten en cuenta que el ajo también tiene algunos inconvenientes,
por ejemplo, el mal aliento. Además, también hay personas que son alérgicas a
este alimento.
Si tienes un trastorno hemorrágico o estás tomando medicamentos
anticoagulantes, consulta a tu médico antes de aumentar el consumo de ajo.
Conclusión
Durante miles de años, existió la creencia de que el ajo tenía propiedades
medicinales. En la actualidad, estas propiedades han sido confirmadas por la
ciencia y hoy sabemos que este alimento puede prevenir el Alzheimer, reducir el
colesterol y la presión sanguínea y hasta mejorar tu rendimiento físico. En
definitiva, el ajo puede prolongar tu vida.